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Producción de Té en Argentina

La historia del té en Argentina comienza en 1923, cuando el sacerdote ucraniano Tijon Vladimiro Hnatiuk introdujo semillas en Colonia Tres Capones, Misiones. Durante la década de 1930 los cultivos se expandieron hacia Puerto Bemberg, Loreto y Corrientes, consolidando a Campo Viera como núcleo productivo. En 1943, Francisco Kühnlein instaló el primer secadero moderno, dando inicio a la industrialización.

El proceso se fortaleció con políticas de sustitución de importaciones en la década de 1950, alcanzando un crecimiento explosivo en superficie y productividad. La mecanización de la cosecha en los años 60 y el desarrollo de clones de alto rendimiento en la estación experimental del INTA marcaron hitos clave en la evolución del sector.

Hoy, con más de 30.000 hectáreas cultivadas —principalmente en Misiones y Corrientes—, Argentina produce cerca de 80.000 toneladas anuales, destinadas en su mayoría a la exportación. A la par de esta tradición industrial, en las últimas décadas ha surgido un movimiento de productores artesanales y gourmet que buscan posicionar al té argentino en el mundo de las hebras de calidad.

La producción argentina de té refleja dos dimensiones complementarias: la tradición industrial que consolidó al país como exportador a gran escala y la nueva corriente de productores gourmet que ponen el acento en la calidad y la innovación sensorial.

Productores industriales

Entre los principales referentes históricos e industriales se encuentran: Finlays, Don Basilio, Las Treinta, El Vasco, Las Marías, Klimiuk, Cooperativa Tucangua y Jesper. Estas empresas han sostenido la producción masiva destinada al mercado interno y, principalmente, a la exportación, posicionando al té argentino en cadenas globales de consumo.

Productores gourmet

En las últimas décadas surgió una generación de elaboradores que trabajan en pequeña escala con foco en calidad, identidad de origen y procesos manuales para un público más sofisticado, con un consumo diferenciado. Entre ellos se destacan: Alma Annette, AkashaTea, Del Iguazú Infusiones, Doña Irma, Hebras Misioneras, La Ruta del Té, Kaeriyama, Tea Nest y Fidel Food. Estos productores representan la búsqueda de un té argentino gourmet, capaz de dialogar con tendencias internacionales de consumo especializado.

También como parte del cambio en la producción y elaboración, surgieron emprendedores que realizan blends con té argentino, algunos de ellos son: Carruajes del Alma de Carina Cerrichio de Tierra del Fuego, Especias y Aromas de Lizzy  Wilson Provincia de Bs As.